Author: | Fabro Editores | ISBN: | 9781938038099 |
Publisher: | Fabro Editores | Publication: | June 29, 2017 |
Imprint: | Smashwords Edition | Language: | Spanish |
Author: | Fabro Editores |
ISBN: | 9781938038099 |
Publisher: | Fabro Editores |
Publication: | June 29, 2017 |
Imprint: | Smashwords Edition |
Language: | Spanish |
Día a día, los avances de la ciencia y tecnología continuamente modifican, potencian y propician cambios rápidos y pro- fundos en la forma de hacer negocios, realizar todo tipo de diseños, desarrollar tecnologías. . . Los retos actuales, que enfren- tan desde las grandes empresas hasta un individuo promedio, exigen Soluciones Cognitivas más inteligentes, creativas,..., humanas que satisfagan sus múltiples necesidades. Situaciones problemáticas que deben ser resueltas mediante conoci- miento, principalmente tácito, cada vez más especializado y distribuido a lo largo de redes colaborativas conformadas por especialistas, clientes, proveedores de la soluciones y diversas fuentes de conocimiento.
En este escenario, la capitalización del conocimiento es uno de los factores más importantes para el desarrollo tecnológico actual. Es así que la gestión de conocimiento obliga a quienes tienen una necesidad de conocimiento especializado a tener la habilidad para comprender la calidad de la información y su efectividad. Sin embargo, comunicar los retos y desafíos por parte de quienes los tienen, por simples que éstos parezcan, suele ser un tarea realmente compleja; pues con frecuencia existe un escenario de suposiciones, de falta de entendimiento y comprensión entre quienes tienen la necesidad, el cliente, y quienes la satisfacen, los proveedores de la solución.
Esta complejidad es muy común y ha provocado, históricamente, que los clientes no comprendan el alcance del impacto que la conceptualización de una solución exige, despreciando y subvalorando el arduo trabajo implícito en dicha tarea. La consecuencia puede ser muy grave, pues tiene un impacto directo en la calidad de la solución a tal grado que esta pueda ser una cuasi-solución.
De lo anterior, emergió la figura del analista de negocio. Informalmente, esta figura ha existido desde que existen problemas que obligan a ser resueltos por medio de conocimiento especializado de un tercero. Formalmente, esta figura destaca en diversos ámbitos bajo nombres diferentes según el contexto como, por ejemplo, analista de requisitos, ingeniero del cono- cimiento, ingeniero de requisitos. . . Cabe mencionar que entre éstas figuras pueden existir mínimas diferencias derivadas de las particularidades de sus ámbitos pero, en esencia, su rol central es exactamente el mismo: comprender los problemas o necesidades que el cliente tiene para desarrollar su trabajo y, al mismo tiempo, obtener el conocimiento especializado a través de requisitos, gestionar ese conocimiento, conocer cómo deben ser construidas las soluciones e incluso haber tenido experien- cia en el desarrollo de las mismas. De esta forma se convierten en especialistas e interlocutores del dominio del problema y sus actores, por lo que pueden ofrecer soluciones que realmente satisfagan las necesidades del cliente. En congruencia, a lo aquí escrito, en este libro utiliza únicamente el término analista de requisitos en el entendido de que todas las figuras son equivalentes. En este tenor, el proceso sistemático KMoS-RE le brinda el soporte ideal al analista de requisitos para la gestión, intercambio y formalización del conocimiento.
Día a día, los avances de la ciencia y tecnología continuamente modifican, potencian y propician cambios rápidos y pro- fundos en la forma de hacer negocios, realizar todo tipo de diseños, desarrollar tecnologías. . . Los retos actuales, que enfren- tan desde las grandes empresas hasta un individuo promedio, exigen Soluciones Cognitivas más inteligentes, creativas,..., humanas que satisfagan sus múltiples necesidades. Situaciones problemáticas que deben ser resueltas mediante conoci- miento, principalmente tácito, cada vez más especializado y distribuido a lo largo de redes colaborativas conformadas por especialistas, clientes, proveedores de la soluciones y diversas fuentes de conocimiento.
En este escenario, la capitalización del conocimiento es uno de los factores más importantes para el desarrollo tecnológico actual. Es así que la gestión de conocimiento obliga a quienes tienen una necesidad de conocimiento especializado a tener la habilidad para comprender la calidad de la información y su efectividad. Sin embargo, comunicar los retos y desafíos por parte de quienes los tienen, por simples que éstos parezcan, suele ser un tarea realmente compleja; pues con frecuencia existe un escenario de suposiciones, de falta de entendimiento y comprensión entre quienes tienen la necesidad, el cliente, y quienes la satisfacen, los proveedores de la solución.
Esta complejidad es muy común y ha provocado, históricamente, que los clientes no comprendan el alcance del impacto que la conceptualización de una solución exige, despreciando y subvalorando el arduo trabajo implícito en dicha tarea. La consecuencia puede ser muy grave, pues tiene un impacto directo en la calidad de la solución a tal grado que esta pueda ser una cuasi-solución.
De lo anterior, emergió la figura del analista de negocio. Informalmente, esta figura ha existido desde que existen problemas que obligan a ser resueltos por medio de conocimiento especializado de un tercero. Formalmente, esta figura destaca en diversos ámbitos bajo nombres diferentes según el contexto como, por ejemplo, analista de requisitos, ingeniero del cono- cimiento, ingeniero de requisitos. . . Cabe mencionar que entre éstas figuras pueden existir mínimas diferencias derivadas de las particularidades de sus ámbitos pero, en esencia, su rol central es exactamente el mismo: comprender los problemas o necesidades que el cliente tiene para desarrollar su trabajo y, al mismo tiempo, obtener el conocimiento especializado a través de requisitos, gestionar ese conocimiento, conocer cómo deben ser construidas las soluciones e incluso haber tenido experien- cia en el desarrollo de las mismas. De esta forma se convierten en especialistas e interlocutores del dominio del problema y sus actores, por lo que pueden ofrecer soluciones que realmente satisfagan las necesidades del cliente. En congruencia, a lo aquí escrito, en este libro utiliza únicamente el término analista de requisitos en el entendido de que todas las figuras son equivalentes. En este tenor, el proceso sistemático KMoS-RE le brinda el soporte ideal al analista de requisitos para la gestión, intercambio y formalización del conocimiento.