Author: | Luis Alberto Villamarin Pulido | ISBN: | 9781370372768 |
Publisher: | Luis Alberto Villamarin Pulido | Publication: | June 25, 2017 |
Imprint: | Smashwords Edition | Language: | Spanish |
Author: | Luis Alberto Villamarin Pulido |
ISBN: | 9781370372768 |
Publisher: | Luis Alberto Villamarin Pulido |
Publication: | June 25, 2017 |
Imprint: | Smashwords Edition |
Language: | Spanish |
Según el geógrafo y politólogo sueco Karl Haushofer, la geopolítica es la conciencia geográfica del Estado, porque proporciona la materia prima, de donde el hombre de Estado y de espíritu creador obtiene su obra de arte.
La esencia de la geopolítica se enfoca en el estudio de las influencias, que determinados factores geográficos ejercen sobre la política externa e interna de los pueblos y Estados.
En esencia, todas las guerras han gravitado alrededor de intereses y objetivos geopolíticos, acordes con los entornos políticos, religiosos, militares y científicos de cada etapa de la historia de la humanidad. Por lo tanto, sin importar su orientación ideológica, el terrorismo del siglo XXI, no es la excepción, porque es una guerra asimétrica con objetivos estratégicos.
En ese orden de ideas, si la geopolítica implica la existencia de un terreno como base geográfica sólida correlativa con una ideología política sustentada en un plan estratégico, para diseminar una línea cultural de pensamiento y acción; entonces el terrorismo islámico, justificado por sus gestores para construir con la Umma (comunidad islámica) un califato universal; es una versión novedosa de proyección geopolítica, dentro de una ciencia nueva, que se relaciona con la estrategia, la defensa nacional, y lo que Samuel Huntington denominó el choque de civilizaciones, por irreparables diferencias culturales y religiosas.
El terrorismo islámico tiene profundas connotaciones geopolíticas, porque articula la territorialidad del sagrado suelo del islam con el funda-mentalismo yihadista, para iniciar la difusión hacia el resto del planeta, de los credos del profeta Mahoma con base en el wahabismo sunita o el integrismo chiita, con el fin de convertir a su credo extremista, a los llamados infieles de otras religiones o los apóstatas musulmanes que no abrazan el islamismo yihadista.
El terrorismo afecta amplios espacios geopolíticos, porque por regla general las acciones terroristas apuntan contra objetivos político-estratégicos de alto nivel, afectan con reiterada incidencia a la población civil y ponen en entredicho las medidas de seguridad policiales y militares, para garantizar la seguridad nacional y local.
Por ende, la geopolítica del terrorismo obliga a los gobernantes de los países afectados a actuar de manera conjunta, integrar esfuerzos preventivos de inteligencia militar, conformar alianzas y realizar operaciones simultáneas, combinadas o conjuntas.
La dinámica de la violencia yihadista en los cinco continentes indica que los principales grupos terroristas islámicos Isis, Al Qaeda, los Talibán y Hizbolá con sus respectivas ramificaciones, realizan presencia geográfica, política, social, económica, armada y cultural dentro de las comunidades musulmanas.
El terrorismo es el empleo de métodos irregulares violentos asimétricos contra objetivos estratégicos, que buscan demoledores efectos sicológicos, negativos en la moral combativa del adversario político-militar, con los que por lo general resulta afectada la población civil, debido a los denominados efectos colaterales.
Así, la obra Geopolítica del terrorismo islámico se constituye en un texto de obligatoria lectura para politólogos, militares, cuerpos diplomáticos, sociólogos, historiadores, geógrafos, analistas políticos, internacionalistas, gobernantes, industriales, comerciantes, cuerpos de policía, organismos de investigación y seguridad nacional, pero además por la facilidad de la comprensión de la lectura es un libro de cultura general que no puede faltar en la biblioteca de todo buen lector.
Según el geógrafo y politólogo sueco Karl Haushofer, la geopolítica es la conciencia geográfica del Estado, porque proporciona la materia prima, de donde el hombre de Estado y de espíritu creador obtiene su obra de arte.
La esencia de la geopolítica se enfoca en el estudio de las influencias, que determinados factores geográficos ejercen sobre la política externa e interna de los pueblos y Estados.
En esencia, todas las guerras han gravitado alrededor de intereses y objetivos geopolíticos, acordes con los entornos políticos, religiosos, militares y científicos de cada etapa de la historia de la humanidad. Por lo tanto, sin importar su orientación ideológica, el terrorismo del siglo XXI, no es la excepción, porque es una guerra asimétrica con objetivos estratégicos.
En ese orden de ideas, si la geopolítica implica la existencia de un terreno como base geográfica sólida correlativa con una ideología política sustentada en un plan estratégico, para diseminar una línea cultural de pensamiento y acción; entonces el terrorismo islámico, justificado por sus gestores para construir con la Umma (comunidad islámica) un califato universal; es una versión novedosa de proyección geopolítica, dentro de una ciencia nueva, que se relaciona con la estrategia, la defensa nacional, y lo que Samuel Huntington denominó el choque de civilizaciones, por irreparables diferencias culturales y religiosas.
El terrorismo islámico tiene profundas connotaciones geopolíticas, porque articula la territorialidad del sagrado suelo del islam con el funda-mentalismo yihadista, para iniciar la difusión hacia el resto del planeta, de los credos del profeta Mahoma con base en el wahabismo sunita o el integrismo chiita, con el fin de convertir a su credo extremista, a los llamados infieles de otras religiones o los apóstatas musulmanes que no abrazan el islamismo yihadista.
El terrorismo afecta amplios espacios geopolíticos, porque por regla general las acciones terroristas apuntan contra objetivos político-estratégicos de alto nivel, afectan con reiterada incidencia a la población civil y ponen en entredicho las medidas de seguridad policiales y militares, para garantizar la seguridad nacional y local.
Por ende, la geopolítica del terrorismo obliga a los gobernantes de los países afectados a actuar de manera conjunta, integrar esfuerzos preventivos de inteligencia militar, conformar alianzas y realizar operaciones simultáneas, combinadas o conjuntas.
La dinámica de la violencia yihadista en los cinco continentes indica que los principales grupos terroristas islámicos Isis, Al Qaeda, los Talibán y Hizbolá con sus respectivas ramificaciones, realizan presencia geográfica, política, social, económica, armada y cultural dentro de las comunidades musulmanas.
El terrorismo es el empleo de métodos irregulares violentos asimétricos contra objetivos estratégicos, que buscan demoledores efectos sicológicos, negativos en la moral combativa del adversario político-militar, con los que por lo general resulta afectada la población civil, debido a los denominados efectos colaterales.
Así, la obra Geopolítica del terrorismo islámico se constituye en un texto de obligatoria lectura para politólogos, militares, cuerpos diplomáticos, sociólogos, historiadores, geógrafos, analistas políticos, internacionalistas, gobernantes, industriales, comerciantes, cuerpos de policía, organismos de investigación y seguridad nacional, pero además por la facilidad de la comprensión de la lectura es un libro de cultura general que no puede faltar en la biblioteca de todo buen lector.