Fantasia y Realidad

Me entusiasma grandemente el presentar a la opinión y a la consciencia pública estos cuatro pequeños ensayos relacionados, de alguna manera, con la problemática filosófica.
Al principio tuve la intención de hacer un libro de cada uno de ellos. Y así fueron publicados, por separado, cada uno en su oportunidad. Esa es la razón por la que tienen su propio ISBN, número individual de registro universal.
Sin embargo, para ser honesto, sin ninguna aflicción de mi encanecida cabeza, les digo y reconozco que son muy chicos en tamaño y extensión para formar cada uno por separado la estructura necesaria y requerida para ser considerado un libro. Por esa razón, después de tres años de difusión en toda la red cada uno por su lado, ahora los junto, los uno y procuro formar un cuerpo más sólido para sentir la afirmación de mi consciencia y así poder llamarles libro.
La Piedra, el primero que encabeza este texto, procura comprender el verdadero significado místico, esotérico e iniciático impregnado en la simbología monumental de El Acueducto de la Ciudad de Morelia, México.
El Origen de Porfirio Díaz es un trabajo por encargo que alguien, un desconocido, me ordenó cuando yo estaba estudiando y me ganaba la vida haciendo trabajos para los estudiantes, resúmenes y pequeños ensayos filosóficos e históricos. Me quedé con él porque mi cliente nunca volvió. No era mi intención incluirlo entre mis trabajos porque básicamente es un texto histórico. A mí la historia me fascina, me entusiasma y me embelesa pero carezco de muchos elementos que conciernen a la investigación histórica para encarrilarme con el tema. Así que mi cliente nunca volvió y el trato era que si no volvía yo me quedaría con el trabajo y lo haría mío. Y así fue.
Don Quijote y la Realidad es una reflexión breve, muy breve, en las fantasías quijotescas, que aparentemente confunden la realidad con sus fantasías. Sin embargo, la otra realidad, la de su consciencia, es la que le da sentido al trabajo, el Quijote de Saavedra, y al monumento histórico de la obra dentro del gran mar de la riqueza universal del idioma español.
Finalmente están los apuntes de lógica como un recuerdo a los devaneos mentales que me demostraron que estudiar filosofía no solamente es estar combinando abstractas intuiciones en la galaxia de mi consciencia, sino que también tiene que ver con el cálculo y la exactitud matemática para llegar victorioso a la claridad racional de un proceso correcto del pensamiento.
Juzgue usted, amable lector, si los humildes esfuerzos de este su insignificante servidor valieron la pena. Usted tiene la última palabra.