Author: | Erika Martínez | ISBN: | 9783954872305 |
Publisher: | Iberoamericana Editorial Vervuert | Publication: | June 1, 2014 |
Imprint: | Language: | Spanish |
Author: | Erika Martínez |
ISBN: | 9783954872305 |
Publisher: | Iberoamericana Editorial Vervuert |
Publication: | June 1, 2014 |
Imprint: | |
Language: | Spanish |
Aplicada a los años 80 argentinos, la teoría del Carnaval Negro que desarrolla este ensayo surgió de una realidad sociológica, la proliferación de poemarios escritos por mujeres, y una observación literaria: la recurrencia de un imaginario simbólico que recoge elementos escenográficos procedentes del teatro clásico, los rituales indígenas y, muy especialmente, el carnaval. Entre bambalinas subraya una preocupación por el sujeto del poema y su formulación en tres fases: extrañamiento, alienación y desdoblamiento. Partiendo de ahí, el Carnaval Negro consistió en una escenificación de lo siniestro: su mascarada evidencia los mecanismos de normalización de lo atroz que puso en funcionamiento la última dictadura. El disfraz grotesco ilumina el terror institucional que se pretendió invisible. Así, el fingimiento y el disimulo no son tan sólo una apropiación paródica de las supuestas taras del discurso femenino, sino que funcionan también como una acentuación delatora de la negación y silenciamiento de la masacre. Yendo un poco más lejos, la mascarada cumple en los versos una segunda función: la ocultación de un cuerpo vacío (el de la mujer y el de los desaparecidos) o la protección de su supuesta sacralidad. Una sacralidad que se romperá como se rompe un círculo de tiza.
Aplicada a los años 80 argentinos, la teoría del Carnaval Negro que desarrolla este ensayo surgió de una realidad sociológica, la proliferación de poemarios escritos por mujeres, y una observación literaria: la recurrencia de un imaginario simbólico que recoge elementos escenográficos procedentes del teatro clásico, los rituales indígenas y, muy especialmente, el carnaval. Entre bambalinas subraya una preocupación por el sujeto del poema y su formulación en tres fases: extrañamiento, alienación y desdoblamiento. Partiendo de ahí, el Carnaval Negro consistió en una escenificación de lo siniestro: su mascarada evidencia los mecanismos de normalización de lo atroz que puso en funcionamiento la última dictadura. El disfraz grotesco ilumina el terror institucional que se pretendió invisible. Así, el fingimiento y el disimulo no son tan sólo una apropiación paródica de las supuestas taras del discurso femenino, sino que funcionan también como una acentuación delatora de la negación y silenciamiento de la masacre. Yendo un poco más lejos, la mascarada cumple en los versos una segunda función: la ocultación de un cuerpo vacío (el de la mujer y el de los desaparecidos) o la protección de su supuesta sacralidad. Una sacralidad que se romperá como se rompe un círculo de tiza.