Author: | Pedro Francisco de Silva | ISBN: | 9788498166637 |
Publisher: | Linkgua | Publication: | January 1, 2014 |
Imprint: | Linkgua | Language: | Spanish |
Author: | Pedro Francisco de Silva |
ISBN: | 9788498166637 |
Publisher: | Linkgua |
Publication: | January 1, 2014 |
Imprint: | Linkgua |
Language: | Spanish |
Las buenas letras, las ciencias, las artes tuvieron sus épocas florecientes hasta llegar al sumo grado de perfección que ha podido conocerse. Después padecieron el trastorno general que es bien notorio. Desde su restauración, nacida de aquellas cenizas que se conservaron, han tenido también sus respectivas épocas de auge y declinación. Han viajado por los países más cultos, dejando en ellos más o menos impresión, a proporción de las vicisitudes de los mismos estados en que han ido haciendo sus mansiones.La Italia, y seguidamente la España, fueron los países en donde se hospedaron primero, después pasaron a Flandes, y a Francia, luego se extendieron a Inglaterra, Alemania, &c. La situación de la Francia en el centro de la mejor parte de Europa, las felices circunstancias con que se engrandeció su monarquía, y que han extendido su correcto idioma, son la causa de que de un siglo a esta parte, por una especie de tácito convenio, casi universal, sea París el asiento en que, al modo de decir se han fijado. Es la oficina de donde salen los elaborados trabajos que en general sirven de reclamo y de modelo a las demás naciones; salvo el mérito de cada una, y su derecho a sus inventos y adelantamientos particulares.
Las buenas letras, las ciencias, las artes tuvieron sus épocas florecientes hasta llegar al sumo grado de perfección que ha podido conocerse. Después padecieron el trastorno general que es bien notorio. Desde su restauración, nacida de aquellas cenizas que se conservaron, han tenido también sus respectivas épocas de auge y declinación. Han viajado por los países más cultos, dejando en ellos más o menos impresión, a proporción de las vicisitudes de los mismos estados en que han ido haciendo sus mansiones.La Italia, y seguidamente la España, fueron los países en donde se hospedaron primero, después pasaron a Flandes, y a Francia, luego se extendieron a Inglaterra, Alemania, &c. La situación de la Francia en el centro de la mejor parte de Europa, las felices circunstancias con que se engrandeció su monarquía, y que han extendido su correcto idioma, son la causa de que de un siglo a esta parte, por una especie de tácito convenio, casi universal, sea París el asiento en que, al modo de decir se han fijado. Es la oficina de donde salen los elaborados trabajos que en general sirven de reclamo y de modelo a las demás naciones; salvo el mérito de cada una, y su derecho a sus inventos y adelantamientos particulares.