Author: | Octavio Alberola | ISBN: | 1230000273667 |
Publisher: | ChristieBooks | Publication: | October 12, 2014 |
Imprint: | ChristieBooks | Language: | Spanish |
Author: | Octavio Alberola |
ISBN: | 1230000273667 |
Publisher: | ChristieBooks |
Publication: | October 12, 2014 |
Imprint: | ChristieBooks |
Language: | Spanish |
Para el autor, “pensar la utopía es pensar una sociedad fundada en la anarquía, porque sólo rechazando la autoridad es posible la libertad, la igualdad y la fraternidad”. Y pensarla “en la acción” es por haberlo hecho durante su exilio en México, en donde militó socialmente y colaboró con el Movimiento 26 de Julio en la lucha contra la dictadura del general Batista en Cuba, y luego al incorporarse en 1962 a la lucha clandestina antifranquista hasta la muerte de Franco en 1975 y comenzar la llamada ‘Transición a la democracia’ que “ha culminado hoy en la regentada por los herederos del franquismo”.
“No siempre lo que se piensa y se dice corresponde a lo que se hace y se vive. En lo que me concierne, creo haberlo intentado y las trazas recogidas en este libro testimonian de esa tentativa de coherencia entre pensamiento y acción. Un pensamiento que se ha ido construyendo al mismo tiempo que la acción exigida por las circunstancias en que me encontraba. (…) En lo que concierne al esfuerzo realizado, pienso que sí valió la pena hacerlo y que, pese a los sacrificios y a lo que el mundo es hoy, fue una decisión coherente, en aquellas circunstancias históricas, el intentar una praxis consecuente con lo que yo pensaba y decía entonces. Inclusive en lo que respecta a los resultados; pues, aunque Franco muriera de viejo en la cama y pudiera dejar todo “atado y bien atado” para que la “transición” se produjera sin ruptura institucional, no creo que la España de hoy ni el mundo sigan siendo lo mismo que entonces. (…) Es pues en este sentido que el balance es positivo y que la decisión de ser consecuente con el ideal libertario fue y me sigue pareciendo coherente y pertinente. Tanto desde el punto de vista ético como histórico; puesto que una tal actitud respondía a las mismas inquietudes que después han manifestado cuantos y cuantas tratan de orientar la historia por un camino verdaderamente emancipador. Y también lo es, al menos para mí, por el hecho de que de más en más el anarquismo es pensado y vivido como una actitud de rechazo de toda forma de autoridad y de ejercicio de la libertad, y, en consecuencia, de rechazo de toda forma de dogmatismo y sectarismo que es lo propio de todas las ideologías y doctrinas. Como también de rechazo a las etiquetas, símbolos y rituales, ídolos, mesias y Gurús. En este sentido, pensar la utopía en la acción, me ha afirmado más en la anarquía que en el anarquismo -ese anarquismo que no acepta el cuestionamiento y que se considera un corpus doctrinal… Por ello, si ya era entonces un anarquista heterodoxo, ahora lo soy aún más..." Octavio Alberola
Para el autor, “pensar la utopía es pensar una sociedad fundada en la anarquía, porque sólo rechazando la autoridad es posible la libertad, la igualdad y la fraternidad”. Y pensarla “en la acción” es por haberlo hecho durante su exilio en México, en donde militó socialmente y colaboró con el Movimiento 26 de Julio en la lucha contra la dictadura del general Batista en Cuba, y luego al incorporarse en 1962 a la lucha clandestina antifranquista hasta la muerte de Franco en 1975 y comenzar la llamada ‘Transición a la democracia’ que “ha culminado hoy en la regentada por los herederos del franquismo”.
“No siempre lo que se piensa y se dice corresponde a lo que se hace y se vive. En lo que me concierne, creo haberlo intentado y las trazas recogidas en este libro testimonian de esa tentativa de coherencia entre pensamiento y acción. Un pensamiento que se ha ido construyendo al mismo tiempo que la acción exigida por las circunstancias en que me encontraba. (…) En lo que concierne al esfuerzo realizado, pienso que sí valió la pena hacerlo y que, pese a los sacrificios y a lo que el mundo es hoy, fue una decisión coherente, en aquellas circunstancias históricas, el intentar una praxis consecuente con lo que yo pensaba y decía entonces. Inclusive en lo que respecta a los resultados; pues, aunque Franco muriera de viejo en la cama y pudiera dejar todo “atado y bien atado” para que la “transición” se produjera sin ruptura institucional, no creo que la España de hoy ni el mundo sigan siendo lo mismo que entonces. (…) Es pues en este sentido que el balance es positivo y que la decisión de ser consecuente con el ideal libertario fue y me sigue pareciendo coherente y pertinente. Tanto desde el punto de vista ético como histórico; puesto que una tal actitud respondía a las mismas inquietudes que después han manifestado cuantos y cuantas tratan de orientar la historia por un camino verdaderamente emancipador. Y también lo es, al menos para mí, por el hecho de que de más en más el anarquismo es pensado y vivido como una actitud de rechazo de toda forma de autoridad y de ejercicio de la libertad, y, en consecuencia, de rechazo de toda forma de dogmatismo y sectarismo que es lo propio de todas las ideologías y doctrinas. Como también de rechazo a las etiquetas, símbolos y rituales, ídolos, mesias y Gurús. En este sentido, pensar la utopía en la acción, me ha afirmado más en la anarquía que en el anarquismo -ese anarquismo que no acepta el cuestionamiento y que se considera un corpus doctrinal… Por ello, si ya era entonces un anarquista heterodoxo, ahora lo soy aún más..." Octavio Alberola