Author: | Celsa P. Rocha | ISBN: | 1230001328080 |
Publisher: | Royal Eagle | Publication: | August 31, 2016 |
Imprint: | Language: | Spanish |
Author: | Celsa P. Rocha |
ISBN: | 1230001328080 |
Publisher: | Royal Eagle |
Publication: | August 31, 2016 |
Imprint: | |
Language: | Spanish |
El águila tiene una visión muy desarrollada, aguda y sorprendente, capaz de enfocar pequeños objetos a larga distancia. Es posible que un águila pueda divisar a un conejo a más de 3 km. de distancia. Los ojos de las águilas poseen una gran habilidad para enfocar objetos a distancia ocho a diez veces más que la de los ojos del hombre, porque poseen muchas más células visuales que el ser humano. Asimismo, sus ojos pueden adaptarse para mirar directamente al sol como también ver con claridad en el más oscuro valle.
El rostro emprendedor del águila y sus ojos magnéticos son una característica muy única de ella. Arriba de los ojos tienen como “cejas” pobladas de plumas bien marcadas que hace que tengan una mirada desafiante. También tienen en los ojos una membrana nictitante, el cual es un párpado extra. Ellas cierran estas membranas en forma lateral para limpiar, lubricar y proteger sus ojos; especialmente cuando las crías son alimentadas por los padres, ya que éstas se lanzan para sujetar los pedazos de carne.
Igualmente usan sus párpados extras cuando el águila es atacada por alguna ave de rapiña, ésta escapa volando hacia la dirección del sol, ya que posee la protección natural que le permite mirar directo al sol sin que éste le dañe sus ojos, algo que las otras aves no poseen.
Un detalle muy importante en la visión del águila es que sus ojos fueron diseñados para tener una vista aguda y penetrante. Desafortunadamente, suele acontecer un grave problema en su visión cuando el águila dura mucho tiempo en las partes bajas y no se eleva a su hábitat, sus ojos se empañan y comienzan a perder la visión. Todo marcha bien mientras se encuentra en las grandes alturas; pero el problema se da cuando se adapta a vivir en las partes bajas.
Miguel Ángel, el famoso escultor italiano, cuando estuvo enfrente de una gran pieza rústica de mármol dijo: “Tengo que liberar al ángel que está dentro”. ¿Dónde estaba el ángel? ¿En el mármol o en la mente del artista? Claro que la obra terminada estaba en la mente del artista. El éxito o la derrota dependen de la visión y los sueños que una persona tenga.
El apóstol Pablo dijo: “Antes bien, cómo está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. 1 Corintios 2:9.
El águila tiene una visión muy desarrollada, aguda y sorprendente, capaz de enfocar pequeños objetos a larga distancia. Es posible que un águila pueda divisar a un conejo a más de 3 km. de distancia. Los ojos de las águilas poseen una gran habilidad para enfocar objetos a distancia ocho a diez veces más que la de los ojos del hombre, porque poseen muchas más células visuales que el ser humano. Asimismo, sus ojos pueden adaptarse para mirar directamente al sol como también ver con claridad en el más oscuro valle.
El rostro emprendedor del águila y sus ojos magnéticos son una característica muy única de ella. Arriba de los ojos tienen como “cejas” pobladas de plumas bien marcadas que hace que tengan una mirada desafiante. También tienen en los ojos una membrana nictitante, el cual es un párpado extra. Ellas cierran estas membranas en forma lateral para limpiar, lubricar y proteger sus ojos; especialmente cuando las crías son alimentadas por los padres, ya que éstas se lanzan para sujetar los pedazos de carne.
Igualmente usan sus párpados extras cuando el águila es atacada por alguna ave de rapiña, ésta escapa volando hacia la dirección del sol, ya que posee la protección natural que le permite mirar directo al sol sin que éste le dañe sus ojos, algo que las otras aves no poseen.
Un detalle muy importante en la visión del águila es que sus ojos fueron diseñados para tener una vista aguda y penetrante. Desafortunadamente, suele acontecer un grave problema en su visión cuando el águila dura mucho tiempo en las partes bajas y no se eleva a su hábitat, sus ojos se empañan y comienzan a perder la visión. Todo marcha bien mientras se encuentra en las grandes alturas; pero el problema se da cuando se adapta a vivir en las partes bajas.
Miguel Ángel, el famoso escultor italiano, cuando estuvo enfrente de una gran pieza rústica de mármol dijo: “Tengo que liberar al ángel que está dentro”. ¿Dónde estaba el ángel? ¿En el mármol o en la mente del artista? Claro que la obra terminada estaba en la mente del artista. El éxito o la derrota dependen de la visión y los sueños que una persona tenga.
El apóstol Pablo dijo: “Antes bien, cómo está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. 1 Corintios 2:9.