Author: | Jita Krsna Das Adhikari | ISBN: | 9781463396824 |
Publisher: | Palibrio | Publication: | June 30, 2015 |
Imprint: | Palibrio | Language: | Spanish |
Author: | Jita Krsna Das Adhikari |
ISBN: | 9781463396824 |
Publisher: | Palibrio |
Publication: | June 30, 2015 |
Imprint: | Palibrio |
Language: | Spanish |
S in duda alguna, la humanidad vive alentando el mito deslumbrante de un futuro mejor, lograble a travs del acopio de bienes materiales y el aumento de apegos afectivos. El poder alucinatorio de este mito es de tal magnitud que la abrumadora mayora de las personas lo tienen por una verdad que no admite rplica. La generalidad y arraigo de esta exasperante creencia nos pueda dar la pauta de lo excepcional que resulta la liberacin individual. Estar liberado significa comprender perfectamente que el yo de uno est separado del cuerpo, que uno no es este cuerpo. Solamente desarrolla tu conciencia para que se proporcione el alivio. No cabe la menor duda que la humanidad est hundida en un colosal y grave error. Hace y piensa justamente aquello que no debe hacer ni pensar. El apego, el deseo, el egosmo, y toda la constelacin de emociones negativas que padece el hombre, no lo conducen sino, al ahogado despotismo del dolor y hacia el abyecto sentimiento de su alma, a los objetos de los sentidos, a su mente y a la relacin entre ambos. La vida es sin duda un drama; habremos sin embargo de vivirla sin apegos, para ponernos al margen del tenaz y solapado sufrimiento, debemos vivir en desapego constante inegosta del fruto de nuestras acciones. El trgico error del ser humano consiste en comportarse normalmente. El hombre normal aunque parezca inslito, disparatado o tal vez extravagante, es el hombre normal. Es decir, aquel que procede ansioso por el resultado de su trabajo, todo hombre mundano acta por s para lograr algo, quin puede dudarlo?, esto es socialmente lcito esta es la justicia del hombre. An en las sociedades ms cultas, libres, tolerantes y ricas, es normal, arregladas a derecho. La exigencia jurdica de los frutos, inters legtimo de las acciones.
S in duda alguna, la humanidad vive alentando el mito deslumbrante de un futuro mejor, lograble a travs del acopio de bienes materiales y el aumento de apegos afectivos. El poder alucinatorio de este mito es de tal magnitud que la abrumadora mayora de las personas lo tienen por una verdad que no admite rplica. La generalidad y arraigo de esta exasperante creencia nos pueda dar la pauta de lo excepcional que resulta la liberacin individual. Estar liberado significa comprender perfectamente que el yo de uno est separado del cuerpo, que uno no es este cuerpo. Solamente desarrolla tu conciencia para que se proporcione el alivio. No cabe la menor duda que la humanidad est hundida en un colosal y grave error. Hace y piensa justamente aquello que no debe hacer ni pensar. El apego, el deseo, el egosmo, y toda la constelacin de emociones negativas que padece el hombre, no lo conducen sino, al ahogado despotismo del dolor y hacia el abyecto sentimiento de su alma, a los objetos de los sentidos, a su mente y a la relacin entre ambos. La vida es sin duda un drama; habremos sin embargo de vivirla sin apegos, para ponernos al margen del tenaz y solapado sufrimiento, debemos vivir en desapego constante inegosta del fruto de nuestras acciones. El trgico error del ser humano consiste en comportarse normalmente. El hombre normal aunque parezca inslito, disparatado o tal vez extravagante, es el hombre normal. Es decir, aquel que procede ansioso por el resultado de su trabajo, todo hombre mundano acta por s para lograr algo, quin puede dudarlo?, esto es socialmente lcito esta es la justicia del hombre. An en las sociedades ms cultas, libres, tolerantes y ricas, es normal, arregladas a derecho. La exigencia jurdica de los frutos, inters legtimo de las acciones.