Convocamos, de repente, a un puñado de viejos y buenos amigos. Todos, viajeros. Les pedimos que "juntaran palabras" para explicar, recordar y compartir "sus" viajes. El motivo era una causa justa: La defensa de los pueblos indígenas que habitan el planeta. No tenían que explicar todos sus viajes. Tampoco, uno en concreto. Únicamente, debían reflexionar sobre uno de tantos sentimientos que acompañan el "antes", el "durante" y el "después" de cada periplo y aventura viajera. Todos aceptaron el reto. Y así nacieron estas páginas. Escriben literatos, profesores, antropólogos, biólogos, arqueólogos, periodistas, corresponsales de guerra, semióticos, historiadores, naturistas, politólogos? Escriben, por encima de todo, aventureros y soñadores. Y todos enamorados de ese verbo mágico y contagioso: Viajar.
Convocamos, de repente, a un puñado de viejos y buenos amigos. Todos, viajeros. Les pedimos que "juntaran palabras" para explicar, recordar y compartir "sus" viajes. El motivo era una causa justa: La defensa de los pueblos indígenas que habitan el planeta. No tenían que explicar todos sus viajes. Tampoco, uno en concreto. Únicamente, debían reflexionar sobre uno de tantos sentimientos que acompañan el "antes", el "durante" y el "después" de cada periplo y aventura viajera. Todos aceptaron el reto. Y así nacieron estas páginas. Escriben literatos, profesores, antropólogos, biólogos, arqueólogos, periodistas, corresponsales de guerra, semióticos, historiadores, naturistas, politólogos? Escriben, por encima de todo, aventureros y soñadores. Y todos enamorados de ese verbo mágico y contagioso: Viajar.