| Author: | Jose Manuel Ferro Veiga | ISBN: | 1230000276483 |
| Publisher: | Jose Manuel Ferro Veiga | Publication: | October 25, 2014 |
| Imprint: | Jose Manuel Ferro Veiga | Language: | Spanish |
| Author: | Jose Manuel Ferro Veiga |
| ISBN: | 1230000276483 |
| Publisher: | Jose Manuel Ferro Veiga |
| Publication: | October 25, 2014 |
| Imprint: | Jose Manuel Ferro Veiga |
| Language: | Spanish |
El trabajo infantil es una realidad. . Pero tan dura como esta circunstancia, o más, hay otra que supera cualquier límite: la esclavitud. Más de 200 millones de niños -unos 400 millones según Misiones Salesianas-, el grupo más vulnerable y con menos capacidad para defender sus derechos, se enfrentan a situaciones de trabajo infantil o esclavitud y se ven obligados a trabajar para subsistir, ayudar a sus familias o pagar deudas, entre otros motivos. Según la OIT, el hecho de que se considere a un menor trabajador o esclavo depende de su edad, del tipo de trabajo, las horas que invierte en él y las condiciones en que lo realiza. Entre los trabajos relacionados con la esclavitud destacan el empleo en minas, en canteras de piedras y, sobre todo en los últimos años, el trabajo doméstico. Se considera que un trabajo es peligroso cuando arriesga el desarrollo físico, mental o moral del niño, tanto por su naturaleza como por las condiciones en las que se efectúa. Estos empleos suponen abusos; se realizan bajo tierra, bajo el agua, en alturas peligrosas o en espacios cerrados; con maquinaria, equipos y herramientas peligrosos, o mediante la manipulación o el transporte manual de cargas pesadas, se desarrollan en un medio insalubre; o bien implican horarios prolongados o nocturnos, así como permanecer de manera injustificada en los locales del empleador.
El trabajo infantil es una realidad. . Pero tan dura como esta circunstancia, o más, hay otra que supera cualquier límite: la esclavitud. Más de 200 millones de niños -unos 400 millones según Misiones Salesianas-, el grupo más vulnerable y con menos capacidad para defender sus derechos, se enfrentan a situaciones de trabajo infantil o esclavitud y se ven obligados a trabajar para subsistir, ayudar a sus familias o pagar deudas, entre otros motivos. Según la OIT, el hecho de que se considere a un menor trabajador o esclavo depende de su edad, del tipo de trabajo, las horas que invierte en él y las condiciones en que lo realiza. Entre los trabajos relacionados con la esclavitud destacan el empleo en minas, en canteras de piedras y, sobre todo en los últimos años, el trabajo doméstico. Se considera que un trabajo es peligroso cuando arriesga el desarrollo físico, mental o moral del niño, tanto por su naturaleza como por las condiciones en las que se efectúa. Estos empleos suponen abusos; se realizan bajo tierra, bajo el agua, en alturas peligrosas o en espacios cerrados; con maquinaria, equipos y herramientas peligrosos, o mediante la manipulación o el transporte manual de cargas pesadas, se desarrollan en un medio insalubre; o bien implican horarios prolongados o nocturnos, así como permanecer de manera injustificada en los locales del empleador.
