Author: | Antonio Annino | ISBN: | 9789585919136 |
Publisher: | Penguin Random House Grupo Editorial Colombia | Publication: | December 1, 2015 |
Imprint: | TAURUS | Language: | Spanish |
Author: | Antonio Annino |
ISBN: | 9789585919136 |
Publisher: | Penguin Random House Grupo Editorial Colombia |
Publication: | December 1, 2015 |
Imprint: | TAURUS |
Language: | Spanish |
Un texto para conocer mejor la historia de nuestro continente.
Desde siempre, las emancipaciones fueron pensadas, representadas y
contadas como el proceso que derrumbó al imperio hispánico, la causa
prima que puso fin a la larga «decadencia» de la Monarquía Católica.
Hubo, por supuesto, muchas lecturas del evento y no pocas disputas. Sin
embargo, el esquema básico no cambió: las emancipaciones de las
«naciones» del imperio lograron lo que las potencias europeas no habían
conseguido. Esta mirada suponía, en primer lugar, la existencia previa
de unas «naciones» hispanoamericanas y, en segundo lugar, que la quiebra
del imperio y de la monarquía se habría producido desde «afuera» de la
Península. Según este relato las Indias destruyeron a España. Nótese que
todavía en nuestros días este relato sobrevive en la historiografía
peninsular que considera a América precisamente en estos términos.
Hoy la cuestión se piensa de manera totalmente opuesta: fue la
devastadora crisis desencadenada por las noches de Bayona en marzo de
1808 #la entrega de la monarquía a Napoleón# la que quebró al imperio al
desencadenar a su vez un largo proceso de disolución que dio origen a
las independencias. Las emancipaciones se consideran de esta manera como
el efecto y no como la causa de la quiebra de la Monarquía Católica.
Este cambio copernicano de perspectiva abrió una enorme brecha en la
historiografía. Muchos mitos alimentados en el siglo XX por los
nacionalismos hispanoamericanos, y por el mismo nacionalismo peninsular,
se vinieron abajo con él.
Cómo se llegó lentamente a este cambio historiográfico no es fácil de
explicar, y no es este el lugar para tratar una cuestión de tal
envergadura. No cabe duda, por ejemplo, que el concepto mismo de
«nación» sufrió una revisión radical en la cultura internacional. Lo
mismo se podría decir del paradigma de las «revoluciones atlánticas».
Hubo quien #como François-Xavier Guerra# propuso que en todo el orbe
hispánico se dio un «ciclo de revoluciones», cuya originalidad las hace
poco comparables con las demás. Al mismo tiempo, la amplitud del cambio
planteó una cantidad de preguntas nuevas, abrió nuevas disputas, y sacó
de la oscuridad muchos silencios historiográficos que hoy necesitan ser
rescatados.
Un texto para conocer mejor la historia de nuestro continente.
Desde siempre, las emancipaciones fueron pensadas, representadas y
contadas como el proceso que derrumbó al imperio hispánico, la causa
prima que puso fin a la larga «decadencia» de la Monarquía Católica.
Hubo, por supuesto, muchas lecturas del evento y no pocas disputas. Sin
embargo, el esquema básico no cambió: las emancipaciones de las
«naciones» del imperio lograron lo que las potencias europeas no habían
conseguido. Esta mirada suponía, en primer lugar, la existencia previa
de unas «naciones» hispanoamericanas y, en segundo lugar, que la quiebra
del imperio y de la monarquía se habría producido desde «afuera» de la
Península. Según este relato las Indias destruyeron a España. Nótese que
todavía en nuestros días este relato sobrevive en la historiografía
peninsular que considera a América precisamente en estos términos.
Hoy la cuestión se piensa de manera totalmente opuesta: fue la
devastadora crisis desencadenada por las noches de Bayona en marzo de
1808 #la entrega de la monarquía a Napoleón# la que quebró al imperio al
desencadenar a su vez un largo proceso de disolución que dio origen a
las independencias. Las emancipaciones se consideran de esta manera como
el efecto y no como la causa de la quiebra de la Monarquía Católica.
Este cambio copernicano de perspectiva abrió una enorme brecha en la
historiografía. Muchos mitos alimentados en el siglo XX por los
nacionalismos hispanoamericanos, y por el mismo nacionalismo peninsular,
se vinieron abajo con él.
Cómo se llegó lentamente a este cambio historiográfico no es fácil de
explicar, y no es este el lugar para tratar una cuestión de tal
envergadura. No cabe duda, por ejemplo, que el concepto mismo de
«nación» sufrió una revisión radical en la cultura internacional. Lo
mismo se podría decir del paradigma de las «revoluciones atlánticas».
Hubo quien #como François-Xavier Guerra# propuso que en todo el orbe
hispánico se dio un «ciclo de revoluciones», cuya originalidad las hace
poco comparables con las demás. Al mismo tiempo, la amplitud del cambio
planteó una cantidad de preguntas nuevas, abrió nuevas disputas, y sacó
de la oscuridad muchos silencios historiográficos que hoy necesitan ser
rescatados.