Author: | Lluc Oliveras | ISBN: | 9788490192726 |
Publisher: | Penguin Random House Grupo Editorial España | Publication: | September 15, 2014 |
Imprint: | B DE BOOKS | Language: | Spanish |
Author: | Lluc Oliveras |
ISBN: | 9788490192726 |
Publisher: | Penguin Random House Grupo Editorial España |
Publication: | September 15, 2014 |
Imprint: | B DE BOOKS |
Language: | Spanish |
Antes de Confesiones de un gánster de Barcelona y aun de El gran golpe del gánster de Barcelona, de reciente aparición, nació Mi vida en juego, el relato sobre el «origen del gánster de Barcelona».
La historia de cómo un adolescente de clase media-alta se sume en el mundo de la droga y la delincuencia organizada en los años setenta y ochenta en Barcelona, una ciudad en plena ebullición tras los años oscuros de la dictadura. Un mundo clandestino donde conviven atracadores, estafadores, drogadictos, timbas ilegales, asesinatos, ven**dettas y la aparición de un tipo de delincuencia desconocido hasta entonces.
«Mi nombre es Miguel Ángel Soto Martín, pero casi todos me conocen como Soto o el Millonario. Por mi corpulencia, y porque siempre le he echado un par de cojones a la vida, muchos se han referido a mí como Miguel el Verraco, pero si algo tengo claro es que solome queda un única reflexión a tener en cuenta: dar gracias cada día por seguir vivo...»
Antes de Confesiones de un gánster de Barcelona y aun de El gran golpe del gánster de Barcelona, de reciente aparición, nació Mi vida en juego, el relato sobre el «origen del gánster de Barcelona».
La historia de cómo un adolescente de clase media-alta se sume en el mundo de la droga y la delincuencia organizada en los años setenta y ochenta en Barcelona, una ciudad en plena ebullición tras los años oscuros de la dictadura. Un mundo clandestino donde conviven atracadores, estafadores, drogadictos, timbas ilegales, asesinatos, ven**dettas y la aparición de un tipo de delincuencia desconocido hasta entonces.
«Mi nombre es Miguel Ángel Soto Martín, pero casi todos me conocen como Soto o el Millonario. Por mi corpulencia, y porque siempre le he echado un par de cojones a la vida, muchos se han referido a mí como Miguel el Verraco, pero si algo tengo claro es que solome queda un única reflexión a tener en cuenta: dar gracias cada día por seguir vivo...»