La Universidad Blanca es un libro que gira en torno a su pieza central: un largo poema narrativo que le da título y que habla de un lugar de aprendizaje perteneciente al mundo de los sueños y de los misterios
El poema está escrito en pareados alejandrinos, un metro anticuado y flexible, y oscila entre el prosaísmo intencionado y el más alto vuelo lírico. Varias presencias sobrevuelan el texto: los heroic couplets de Browning o del gran poema de John Shade (incluido en Pálido fuego, de Nabokov); los largos poemas narrativos posmodernos de Kenneth Koch, James Merrill y John Ashbery; la Epístola (a la señora de Leopoldo Lugones), de Rubén Darío, y la ciencia ficción clásica. Las otras dos partes las forman: una novela en verso fragmentada sobre las andanzas de un autómata de apariencia humana que viaja por California, conversa con los fantasmas del marqués de Sade y de Vlad Tepes y se adentra en las últimas eras del universo; y una especie de cancionero perdido de una tierra olvidada: breves piezas líricas imbuidas de una nostalgia imposible.
Una obra multiple que combina poesía y prosa a la perfección
SOBRE EL AUTOR
Ismael Belda nació en Valencia en 1977 y a los cuatro años se mudó a Madrid, donde ha vivido hasta hoy. Cursó estudios de Filología Hispánica e Inglesa en la Universidad Complutense de Madrid y comenzó a escribir crítica literaria para la revista Artes Hoy. Ha pasado los últimos diez años escribiendo una larga y ambiciosa novela llamada Vesperal. Actualmente es un colaborador habitual en Revista de Libros.
RESEÑAS DE PRENSA
- "No creo que en 2015 se publique, al menos en español, un libro más importante que este." - Andrés Ibáñez. ABC cultural, 24 de enero 2015
EXTRACTO
El pobre autómata, cubierto de su pobre piel sintética,
se adentra en húmedas comarcas boscosas
al volante de su coche blanco.
Pasan de largo carteles de campings (negros, con las letras amarillas),
hoteles muertos con forma de chalets suizos,
pequeños ciervos en pleno salto inscritos en triángulos amarillos.
El valle es una herida que canta himnos de alabanza,
es una herida de donde brotan las formas
para volver a hundirse interminablemente.
El cielo es del color de un hipopótamo.
La Universidad Blanca es un libro que gira en torno a su pieza central: un largo poema narrativo que le da título y que habla de un lugar de aprendizaje perteneciente al mundo de los sueños y de los misterios
El poema está escrito en pareados alejandrinos, un metro anticuado y flexible, y oscila entre el prosaísmo intencionado y el más alto vuelo lírico. Varias presencias sobrevuelan el texto: los heroic couplets de Browning o del gran poema de John Shade (incluido en Pálido fuego, de Nabokov); los largos poemas narrativos posmodernos de Kenneth Koch, James Merrill y John Ashbery; la Epístola (a la señora de Leopoldo Lugones), de Rubén Darío, y la ciencia ficción clásica. Las otras dos partes las forman: una novela en verso fragmentada sobre las andanzas de un autómata de apariencia humana que viaja por California, conversa con los fantasmas del marqués de Sade y de Vlad Tepes y se adentra en las últimas eras del universo; y una especie de cancionero perdido de una tierra olvidada: breves piezas líricas imbuidas de una nostalgia imposible.
Una obra multiple que combina poesía y prosa a la perfección
SOBRE EL AUTOR
Ismael Belda nació en Valencia en 1977 y a los cuatro años se mudó a Madrid, donde ha vivido hasta hoy. Cursó estudios de Filología Hispánica e Inglesa en la Universidad Complutense de Madrid y comenzó a escribir crítica literaria para la revista Artes Hoy. Ha pasado los últimos diez años escribiendo una larga y ambiciosa novela llamada Vesperal. Actualmente es un colaborador habitual en Revista de Libros.
RESEÑAS DE PRENSA
- "No creo que en 2015 se publique, al menos en español, un libro más importante que este." - Andrés Ibáñez. ABC cultural, 24 de enero 2015
EXTRACTO
El pobre autómata, cubierto de su pobre piel sintética,
se adentra en húmedas comarcas boscosas
al volante de su coche blanco.
Pasan de largo carteles de campings (negros, con las letras amarillas),
hoteles muertos con forma de chalets suizos,
pequeños ciervos en pleno salto inscritos en triángulos amarillos.
El valle es una herida que canta himnos de alabanza,
es una herida de donde brotan las formas
para volver a hundirse interminablemente.
El cielo es del color de un hipopótamo.