Author: | Joseph Jaim Zonana Senado | ISBN: | 9781466142053 |
Publisher: | Jaime Shapiro | Publication: | November 30, 2011 |
Imprint: | Smashwords Edition | Language: | Spanish |
Author: | Joseph Jaim Zonana Senado |
ISBN: | 9781466142053 |
Publisher: | Jaime Shapiro |
Publication: | November 30, 2011 |
Imprint: | Smashwords Edition |
Language: | Spanish |
El presente portón está compuesto por tan sólo un fragmento de la clásica obra maestra del judaísmo escrita por Rabenu Bejaye, el Jobot Halebabot, “El deber de los corazones”. “El portón de la confianza”, en particular, es un capítulo de lectura obligatoria para todo el que pretende transitar por este mundo sintiendo a su lado la presencia de Dios Todopoderoso. Confiar en Dios es uno de los requisitos indispensables para alcanzar el bienestar y la tranquilidad; la confianza en Dios es el imán más poderoso para atraer la bendición y la abundancia, como fue dicho: "Bendito es el hombre que pone en Dios su confianza”. Hoy más que nunca, en esta era tan evolucionada y globalizada, rebosante de información, avances tecnológicos y técnicas vanguardistas al alcance de nuestras manos para facilitárnoslo todo, nos damos cuenta de que los retos del ser humano son cada vez mayores y que las exigencias para concretar nuestros objetivos en este gran mundo —en el que parecemos tan pequeños— son muy altas. Cada ser humano puede caer fácilmente en la depresión y la preocupación, en la angustia y el temor, al descubrir lo minúsculo e insignificante que es en relación con los grandes y temibles problemas que enfrenta en el día a día. No hay lugar seguro en este mundo para nadie, ni siquiera con los agigantados avances científicos y tecnológicos; no hemos podido construir un solo refugio donde podamos protegernos y resguardarnos de todos los males que debemos combatir a toda hora. No existe ser humano sobre la faz de la tierra que no tenga absolutamente ningún temor o preocupación; hasta el hombre más rico y poderoso teme por su salud y su vida, su seguridad, su honor y reputación, su familia y el futuro de sus descendientes. Teme de sus enemigos y de la lealtad de sus supuestos amigos, sus subordinados y todos aquellos que tienen interés en él. No existe nada ni nadie en lo que podamos depositar a plenitud nuestra confianza, sino únicamente el Todopoderoso, el Creador del cielo y de la tierra. Todo puede fallar excepto Él. Y sin importar cuál sea nuestra posición económica o cuánto poder o fortaleza física tengamos, si Dios está de nuestro lado y nos acompaña en todo camino por el que transitemos, nada malo nos pasará, nada ni nadie podrá hacernos daño, ni en el presente ni en el futuro. Así lo dijo el sabio rey: “Aunque caminase por el tenebroso valle de la oscuridad, no temeré al mal, porque Tú, oh Eterno, estás conmigo”. Quien confía en Dios lo tiene todo, y el que no, no tiene nada.
El presente portón está compuesto por tan sólo un fragmento de la clásica obra maestra del judaísmo escrita por Rabenu Bejaye, el Jobot Halebabot, “El deber de los corazones”. “El portón de la confianza”, en particular, es un capítulo de lectura obligatoria para todo el que pretende transitar por este mundo sintiendo a su lado la presencia de Dios Todopoderoso. Confiar en Dios es uno de los requisitos indispensables para alcanzar el bienestar y la tranquilidad; la confianza en Dios es el imán más poderoso para atraer la bendición y la abundancia, como fue dicho: "Bendito es el hombre que pone en Dios su confianza”. Hoy más que nunca, en esta era tan evolucionada y globalizada, rebosante de información, avances tecnológicos y técnicas vanguardistas al alcance de nuestras manos para facilitárnoslo todo, nos damos cuenta de que los retos del ser humano son cada vez mayores y que las exigencias para concretar nuestros objetivos en este gran mundo —en el que parecemos tan pequeños— son muy altas. Cada ser humano puede caer fácilmente en la depresión y la preocupación, en la angustia y el temor, al descubrir lo minúsculo e insignificante que es en relación con los grandes y temibles problemas que enfrenta en el día a día. No hay lugar seguro en este mundo para nadie, ni siquiera con los agigantados avances científicos y tecnológicos; no hemos podido construir un solo refugio donde podamos protegernos y resguardarnos de todos los males que debemos combatir a toda hora. No existe ser humano sobre la faz de la tierra que no tenga absolutamente ningún temor o preocupación; hasta el hombre más rico y poderoso teme por su salud y su vida, su seguridad, su honor y reputación, su familia y el futuro de sus descendientes. Teme de sus enemigos y de la lealtad de sus supuestos amigos, sus subordinados y todos aquellos que tienen interés en él. No existe nada ni nadie en lo que podamos depositar a plenitud nuestra confianza, sino únicamente el Todopoderoso, el Creador del cielo y de la tierra. Todo puede fallar excepto Él. Y sin importar cuál sea nuestra posición económica o cuánto poder o fortaleza física tengamos, si Dios está de nuestro lado y nos acompaña en todo camino por el que transitemos, nada malo nos pasará, nada ni nadie podrá hacernos daño, ni en el presente ni en el futuro. Así lo dijo el sabio rey: “Aunque caminase por el tenebroso valle de la oscuridad, no temeré al mal, porque Tú, oh Eterno, estás conmigo”. Quien confía en Dios lo tiene todo, y el que no, no tiene nada.