Deyanira, canto de guerra y paz

Impactante relato de superación personal en medio de la guerrilla y el narcvotráfico

No es usual que un militar de carrera, escriba acerca de términos álgidos y espinosos, que por su contenido forman controversia. Sin embargo, el país político colombiano, las universidades, los centros de estudios políticos, se acostumbraron a contar entre los autores de consulta obligada al coronel Luis Alberto Villamarín Pulido, catalogado en 2007 y 2008 como el escritor hispanoamericano mas leído en los Estados Unidos. La biografía de Deyanira Salas Perdomo, es un testimonio estremecedor y un paradigma de autosuperación. No es el típico texto de motivación escrito con base en cómodas reflexiones académicas que invitan de manera mecánica a asumir actitud positiva porque todo está en la mente. A diferencia de este tipo de literatura, “Deyanira, canto de guerra y paz”, es un relato lleno de vitalidad y realidad objetiva. Además de describir una secuencia de sucesos conmovedores, el hilo conductor de la obra, resalta la disciplina, la constancia y la fortaleza espiritual de una joven nacida y criada en medio de los azarosos avatares, inherentes a la guerrilla y el narcotráfico, afectada por cruentos episodios de violencia intrafamiliar, convivencia obligada con el delito e inhumanas humillaciones, que a la larga constituyen parte activa de la cadena de la violencia social. El tortuoso recorrido durante la niñez y adolescencia de Deyanira es asombroso e induce a imitar su tesón. Deyanira llegó a ser socióloga luego de superar denigrantes etapas de miseria e ignorancia, las bajezas de un incestuoso pederastra, la presión sicológica de los guerrilleros de las Farc que la invitaban a incorporarse al grupo armado, y el insuperable duelo de la pérdida de su madre desaparecida, cuando trabajaba como enfermera de un grupo de narcotraficantes en la selva amazónica. En el texto, el lector encuentra sólidos argumentos para comprender porqué la ignorancia, la miseria y la violencia, se yuxtaponen y articulan la realidad objetiva que caracteriza a la Colombia rural de finales del siglo XX y comienzos del XXI. Leer esta amena pero impresionante obra, obliga a la reflexión e invita a reconstruir un país cuyas arterias se desangran debido a la inconsecuencia de quienes promueven la subversión armada, en búsqueda de supuestos cambios sociales y políticos, que en lugar de ocurrir, incrementan la barbarie y desolación en campos y veredas.